Una vez que ya tenemos pintados nuestros tarritos de sal, los tenemos que adornar y poner bonitos para regalar. El problema es que la sal se mueve ¿Qué podemos hacer?
Lo primero, hay que dejar unos días para que se asiente la sal, porque con el tiempo, al resposar, baja un poco su volumen.
¿Y ahora? Lo que vamos a hacer, es echar una capa de cera fina encima de la sal para fijar. ¿Cómo lo hacemos?
Con una vela encendida, vamos vertiendo sobre la sal aquellas gotas que se van desprendiendo de la vela. Como a mi el fuego no me gusta, aunque sea una simple vela, este paso lo hice yo, no quise que mis hijas tocasen la vela. A partir de 9-10 años creo que lo podrían hacer ellos.
¿Qué os parece la idea? Esa capa fina lo que hace es proteger la sal de que se mueva y de la humedad. Si es cierto, que sirve para pequeños movimientos, si se cae el suelo o lo agitas, dudo mucho que no se mezclase la sal.
Y ahora, una vez que ya tenemos fijada la sal, nos queda poner el tarrito bonito para regalar. En nuestro caso, decidimos ponerle un trocito de tela que teníamos por casa de un vestido que nos hizo la abuela. Con una goma, fijamos bien la tela al tarro.
Ahora nos tocaba mirar como poner bonito el tarrito tapando al goma, si con una cinta o... Cuando nos dimos cuenta, de que teníamos un montón de pulseras de gomitas por casa, algunas de ellas eran del tamaño adecuado para el tarro, así que elegimos la mejor se nos adaptó.
¿Qué os parece como nos ha quedado? Genial para regalar, y por supuesto, para trasladarlo sin problemas hasta la persona a quien se lo vamos a regalar.
Besicos,
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