En una bota dibujada en cartulina, con bastoncillos para los oidos, un bastoncillo por color, se va adornando la bota con distintos colores de temperas a puntitos.
Y por último, como toque final para la bota, la parte de arriba, el reborde, lo pensábamos adornar con algodón, pero como eso ya lo hicimos con los guantes, cambiamos la idea. Uno de ellos se pintó de blanco y pegamos bolitas de pasta de sopa (se pegó en la misma pintura líquida), y en el otro, se pegaron macarrones con cola blanca, que posteriormente se pintaron de blanco una vez secos.
Aquí os dejo el molde por si quereis probar:
¿Te ha gustado esta manualidad? Una manualidad similar puede ser pintar el interior de la bota con las huellas de los dedos (mojados en témperas) ¡No te la pierdas!
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